Durante el confinamiento del 2020 por la pandemia del Covid19, se detuvieron muchas cosas y aquel vacío permitió el descubrimiento de iniciativas, actividades, entidades y personas. En esos días tuve el regalo de presenciar la conferencia “De aquí a Aquí”. Fui uno de los ahora casi treinta mil espectadores que disfrutamos, de manera diferida, de esta conferencia impartida por el jesuita Javier Melloni. Ésta fue parte del VIII Foro de Espiritualidad de la Rioja, con el lema “La dimensión contemplativa del ser humano”, organizado por la Universidad Popular de Logroño en noviembre de 2019 (https://www.youtube.com/watch?v=FszLp3_Rojg).
Hace pocos meses encontré en una librería el libro de Javier Melloni que felizmente lleva el título de aquella conferencia: De aquí a Aquí. Este apareció en marzo de 2021 editado por Kairós y lleva por subtítulo “Doce umbrales en el camino espiritual”. Enseguida lo compré y me he tomado la libertad de irlo leyendo poco a poco, dejando que sus palabras me sean puertas hacia la realidad.
Normalmente, cuando se hace una reseña de libro es porque ya se ha leído por lo menos una vez. Yo aún no lo he terminado y es raro comentarlo y recomendarlo en estas condiciones, pero aunque no lo terminara, desde la portada lo que va transmitiendo es de carácter esencial. No hace falta llegar a la última página para saber y sentir que es un texto que cala hondo. Cada página va despertando, al menos en mí, la consciencia de que hay que caminar del “aquí al Aquí”.
En mi caso, la sensación es de despertar a una consciencia emocional, ya que siento que lo que se abre es el corazón. Recojo unas palabras del primer capítulo que nos sitúa en el título del libro y al porqué de su intención. “Lo que buscamos ya está en y entre nosotros. (…) El Aquí del que nos sentimos exiliados es la tierra pura en la que ya estamos. Mientras buscamos, desdoblamos el aquí en el que no acabamos de estar respecto del Aquí que anhelamos y que esperamos hallar allá. Corremos agitados e insatisfechos. Cuando lo encontramos, nos encontramos. Entonces pueden desplegarse las potencialidades del Aquí en el que ya estábamos y que aguarda en todo momento nuestro despertar”.
En el título y en la esencia del libro hay un aquí, con minúscula, y un Aquí, con mayúscula. Aquí es una palabra espacial, que se refiere a un lugar, pero no a cualquier lugar. Es un lugar de presencia, de proximidad, habitado. Del aquí al Aquí plantea que hay un itinerario, un recorrido un desplazamiento. Pero, si ambos son aquís, ¿qué nos está sugiriendo un itinerario en el cual no salgo del sitio donde estoy? Posiblemente una transformación, una metanoia, es decir un cambio de comprensión de ese lugar. Un aquí minúsculo puede referirse a cualquier aquí, cualquier punto de la cotidianidad que adquiere un matiz trascendental cuando se tiene consciencia de estar siendo y estando para llegar a ese Aquí que ilumina todo.
Uno de los mensajes que nos brinda Javier Melloni es que cada instante y cada acontecimiento son umbrales para adentrarnos en la consciencia de que en todo momento y en cualquier lugar estamos siendo. Y no siendo aisladamente, sino en y con el universo, sin separación. En todo el texto las palabras más comunes: pronombres, preposiciones, verbos, sustantivos… van adquiriendo profundidad. Es como una metanoia del lenguaje que nos abre puertas para descubrirnos en la realidad de una manera nueva: trascendida. Es volver a los orígenes de la palabra, cuando de manera poética la humanidad experimentaba la realidad nombrándola, diciéndosela para que no le fuera extraña. Por cierto, cada capítulo concluye con un poema del propio Javier que nos muestra un libro cóncavo, abierto, desde una sensibilidad artística, contemplativa y no meramente intelectual.
Ese Aquí tan aparentemente inaccesible, tan allá, se torna parte de nuestro aquí cotidiano, gracias al libro de Javier. Él ha querido ofrendarnos un texto que decanta lo que ha vivido hasta ahora, un libro “preñado de presencias”, como él mismo dice, donde toda la sabiduría de los que nos preceden expanden nuestro Aquí. Es un libro que pide soledad y silencio para beber de él con más disposición del corazón y de los sentidos. Sin embargo, yo en alguna ocasión lo he leído en el metro y me ha abierto el corazón a captar lo que me rodea, porque habla de todo y ayuda a que escuchemos ese Todo que nos habla en cada instante.
¡Cuántas peregrinaciones a lugares sagrados ha realizado la humanidad a lo largo de la historia! Casi toda tradición religiosa sugiere algún itinerario geográfico-espiritual. Javier Melloni nos apunta la realidad como lugar sagrado hacia la cual hay que ir, partiendo de uno y llegando a uno. A Uno.